domingo, 8 de diciembre de 2013

La felicidad

Diariamente tratamos con el término ‘felicidad’, lo escuchamos en las noticias, en nuestros más allegados y parece imprescindible dicho término para nuestra supervivencia.

La felicidad se puede entender de muchas maneras, la felicidad puede dártela objetos materiales como el dinero, cosas lujosas, puede dártela personas o pequeños gestos de tu día a día. No hay una felicidad mejor que otra pero dependiendo de cómo obtengas la felicidad puede ser más sencillo ser feliz que infeliz y la felicidad no tiene que depender siempre de algo material, eso es lo que nos hacen creer tanto centros comerciales, anuncios de televisión, por ejemplo, si tu pareja te quiere, el 14 de febrero te colmará de regalos demostrando su amor y por lo tanto tú serás feliz, y esa posición es bastante hipócrita y de personas que sólo le importa lo material y presumir de lo que tienen, su felicidad consiste en ser ellos felices aunque haya que pisar a los demás.
La felicidad desde mi punto de vista va ligada al optimismo o en su defecto pesimismo. Una persona optimista siempre intenta ver el lado bueno de las cosas aunque parezca que no lo haya, siempre por muy pequeño que sea lo bueno, lo va a engrandecer de tal manera que lo malo de una situación parezca menos malo, y ahí va ligada la felicidad. Buscar lo que te satisface en la vida, por muchas cosas que ocurran y aunque sean malas, sacar lo bueno, no creo que la felicidad sea un estado de ánimo, sino una manera de entender la vida, de ver lo bueno, y de apreciarlo, de darle valor a las pequeñas cosas que para otros son insignificantes y a ti te pueden llenar. No hace falta comprarse un Maserati o una casa en el centro de Nueva York para ser feliz, eso solo lo hace la gente que está vacía, que al no tener nada que le pueda dar la felicidad pues la compran y eso no es felicidad ni ser feliz.
Hay que ser feliz, y ver la felicidad diariamente, hay que ir por la vida feliz y estoy segura de que las cosas así saldrían mejor, si se ven las cosas negativas y se va con una visión pesimista, ¿A dónde vas a llegar así?, si piensas que para que esforzarse si alguien lo va a hacer mejor tu, o que siempre habrá alguien con mejores cualidades que tú mismo, ¿A dónde pretende llegar una persona con una mentalidad así?, ¿Qué va a conseguir en la vida?, pues NADA, exactamente, hay que quererse a uno mismo y sobre todo ser realista, es decir, no puedes pedirte cosas que sabes que no vas a poder cumplir y que no te van a dar felicidad a largo plazo, porque lo que realmente cuenta es la felicidad a largo plazo, durante toda la vida. Encontrar personas que compartan contigo la posición de la felicidad y vivir con ella siempre, en menor o mayor medida, pero que la felicidad este siempre presente.

Doy gracias por haber tenido la suerte de haber conocido personas que han enriquecido mi vida de muchísimas maneras y que gracias a estas, cada día estoy segura de que la felicidad no se va y se viene, está siempre contigo, y hay que posicionarse junto a ella, y así, todo va a ir mejor.

La felicidad es una forma de posicionarse ante la vida, no es un estado de ánimo.Cuando eso se entiende nada te la da y nadie te la quita.

sábado, 7 de diciembre de 2013

¿Real o no real?

Todos nos hemos planteado alguna vez si lo que estamos viviendo es algo real, o hay algo más, si todo lo que nos ocurre tiene un por qué o todo lo que nos pasa no tiene una explicación.
De dichas cuestiones ya puede surgir la creencia o no en el karma, en Dios y cosas así, para (mi manera de verlo) es un intento de darle sentido a todo lo que nos ocurre y que no sea algo sin sentido ya que no nos  cuadraría.
A la hora de concebir la realidad creo que todos tenemos algo de Platón en nosotros aunque no seamos capaces de concebir cuanto es. Seguramente estemos acostumbrados a que, en mi  caso, el despertador suene a las 7:05 de la mañana, me tome mi café y empiece mi día, lo consideramos una propia rutina, es más una rutina universal, porque, ¿Qué es lo que hacen todas las personas que tienen entre 12-18 años?, levantarse a las siete de la mañana y dirigirse al colegio para estar allí 6 horas, dando igual si el colegio es público, privado o concertado, si la persona está en 1º de ESO o en 2º de Bachillerato, porque todas hacemos lo mismo, y aunque consideramos que nuestra vida y nuestra rutina son únicas no son así, ya que todos hacemos lo mismo pero de diferente manera, todo conduce al mismo lugar, así que los que predican de ser únicos no creo que sepan de lo que hablan.                                                                                                                      

Es prácticamente imposible vivir en nuestra vida sin la coletilla del ‘¿Y si..?’,  sin preguntarte que habría pasado si hubieses actuado de otra manera, es una manera de cuestionar la realidad, de intentar cambiarla, e incluso a veces de rechazar la realidad que vivimos, como si de un gesto revolucionario se tratase.                                                                                                        


Diariamente escuchamos como el mundo se va a la mierda, como dicen que estamos mejorando y solo mejoran tres, como nos volvemos peores, avariciosos, caprichosos y egocéntricos, y cada vez nos importan menos los demás y lo que les ocurra. Sólo pensamos en nosotros, en nuestro ombligo y mientras los míos y yo estén bien, qué más dará que a mi vecino vayan a desahuciarlo o que el Gobierno tenga 40 cuentas en Suiza, qué más dará eso mientras tu entorno este bien, y
 ahí reside el error.
Al ver como todos actúan de una manera, tú no puedes ser menos y tienes que seguirlos, y ahí reside todo el desastre. En la sociedad que vivimos, si le preguntasen a la población el 85% de ésta, a la pregunta de por qué actúan de una manera u otra, responderían con algo típico de ‘Actúo así porque es como mejor me parece, a mí lo que opinen de mi persona me da igual’, y con esa frase se delatan, si no les importase lo que pensasen de ellos, ¿Para qué lo iban a aclarar?, ¿Qué más da, no?. 
Apostaría lo que fuese a que actúan así porque han visto a alguien actuando ya así, y esa persona copiaría a otra y así una cadena infinita, que tiene como conclusión una mierda de sociedad, con perdón de las mierdas, que sólo le importan lo que piensen de ellos y su imagen, y realmente todos, en mayor o menor medidas, somos así, y realmente se salvará un 10% de la sociedad, lo que la gente tacha de cualquier cosa, y que las personas no ven buenas personas. Esas personas que cuando te dicen ‘no hables con extraños’ son con las que no tienes que hablar, en caso extremo, como el lobo con el que se encontró Caperucita en el bosque.
¿Pero somos nosotros los que estamos en lo cierto?, ¿Somos la gran mayoría la que tiene razón?, ¿Vamos por buen camino, o quizás las personas minoritarias son las que saben cómo hay que llevar la sociedad pero las silenciamos?
¿Por qué no se ve bien a un revolucionario?, ¿Por qué se está intentando acabar con el DERECHO a la huelga? ¿Son ellos los que tienen razón? ¿Son los que ven los verdaderos fallos de la sociedad corrupta?, ¿Tienen ellos soluciones más factibles que las que nos ofrecen actualmente?, ¿Por qué tienen tanto miedo los políticos y gente del poder a estas personas?
Son una minoría sí, la que ha decidido despegarse de la mayoría de la sociedad que le importa realmente poco lo que pasan con ellos, que mientras su mundo y entorno vaya bien le pueden quitar el derecho de huelga, voto y lo que fuera, que ellos mismos están bien.
Si esto en lo que vivimos cambiase, hubiese un cambio, nos uniésemos a la revolución, AL CAMBIO, existiría otra realidad, está perfectamente asegurado, pero la mayoría prefiere ver como‘Cuatro perro flautas queman contenedores’  desde sus sillones.
Quizás muchos piensen que esa es la 
realidad que nos ha tocado vivir, que no hay cambio, si Heráclito levantase cabeza se daría cuenta de lo acertado que estuvo al decir que vivía rodeado de gallinas, que la sociedad estaba dormida, pero siempre cabe la esperanza de que despierte.
Aunque la realidad que nos ha tocado vivir a los jóvenes españoles es la de que somos unos ‘ni-nis’ en un futuro, pasaremos al recuerdo como la generación ni-ni y revolucionaria. 
Y pensar que es imposible vivir en otra realidad, vivir un cambio, siento decirte que estás demasiado dentro de la gran mayoría.  


El fin justicia los miedos

Psicología.Ciegos por 20 minutos.

Desde siempre se nos ha hecho muy pesado tener que estar las 6 horas de clase en el aula y que un profesor tenga una idea de variar el lugar en el que dar la clase es algo que a todos nos emociona.
Se planteaba una actividad ante todo divertida pero de la que había que sacar provecho, 20 minutos con los ojos tapados con un lazarillo que nos iba a guiar por las calle de El Puerto.

Mi lazarillo era Marta y la verdad que me sorprendió gratamente porque aunque confío en ella, pensaba que se iba a despistar y me iba a caer. Empecé yo siendo ciego y nos movimos por las calles de El Puerto, el mayor miedo lo pasé cuando estábamos en la Iglesia Mayor y alguien se dio con un banco, en ese momento pensé que la siguiente era yo y fui bastante tiempo en tensión hasta que realmente me dí cuenta de que tampoco había que preocuparse de nada.
Me pareció una actividad interesante, sobre todo como al principio al no ver nada, tus únicos pensamientos son, 'me voy a caer','me voy a dar con un bordillo o con una farola' y eso implica ir en tensión y por mucha confianza que tengas en tu lazarillo pensar que se va a despistar y vas a ir al suelo. Los 20 minutos me parecieron 5 realmente porque me parecía imposible que hubiésemos avanzado tanto y se me hubiese pasado tan sumamente rápido. La experiencia de lazarillo fue algo más sencilla, y habiendo sido antes ciego podía comprender a Marta que era ahora la que iba con los ojos tapados, aunque a veces era imposible avanzar porque Marta era incapaz de continuar con ritmo por una calle recta, pero es comprensible ya que no ver nada es ante todo agobiante. Además hubo una mujer en el camino que no ayudaba mucho, porque Marta fue insistiendo durante bastante rato si había alguna farola o algo con lo que se pudiese chocar y yo le decía que no, pero la mujer que nos encontramos, con muy malas ideas dijo
 'Chica cuidao que te vas a chocar con la farola' y ahí fue cuando Marta dejó de confiar en mi por la señora que solo quería meter lío.
Realmente cuando eres el ciego eres consciente de como te guías mas por sentidos como el oído, porque yo sabía cuando estábamos en la Iglesia además de por el silencio por el olor típico que tienes las Iglesias, aunque no pudiese ver el sentido del oído y del olfato estaban mas alerta, les daba mas importancia ahora que no podía ver y fue una manera por la que me podía guiar ahora que no podía usar la vista.

Me ha parecido una manera muy interesante de presentar el tema de la percepción y de como usar los sentidos si alguna vez careciésemos de uno.

Curso nuevo,mismo blog.

Aunque ya este a punto de acabar el 1º trimestre se me olvidó hacer una separación entre el curso anterior y este nuevo (encima tuve que volver a subir las entradas que ya había escrito), porque ante todo soy un desastre y eso no cambiará nunca.
Con 1º de Bachillerato acabado empezamos el temible 2º de Bachillerato, del que espero muchas buenas experiencias y que realmente no sea tan duro como se plantea, así que haya vamos segundo!!